Mi sabana es testigo y mi almohada una prueba feaciente de que ayer a eso de las 12 de la noche andorreaba los alrededores del puerto en busca de una lancha que zarpara a la tierra de los sueños. Tan solo consegui direcciones. Ningun lanchero o capitan se atrevia a tomar esa ruta ya, al parecer el ultimo accidente maritimo habia ocurrido en ese trayecto, y mis dotes de timonel eran casi nulos. Hacian años que habia olvidado todo, solo recordaba los conceptos de la "proa", "popa", "babor" y "estribor" de los tiempos de el catamaran de mi familia.
Como no lograria llegar a mi destino por agua comenze a preguntar si no existia ninguna otra manera. algunos
Miles de poses despues, de esconder mi cabeza entre las almohadas, de arroparme parcial y completamente, tal y como me contaron aquellos marineros, todavia seguia en el mismo lugar, muy lejos de la tierra de morfeo, con una cabeza llena de ideas y bozetos de diferentes historias.
"Jamas la madre" - Escuche una voz decir. Estaba solo en mi recamara y de algo estaba seguro, habia provenido de mi cabeza. Pero fue tan claro el mensaje que me dejo aturdido, mirando hacia mis alrededores, buscando una explicacion, una razon de su aparicion, si asi se le puede llamar.
Lo ultimo que recuerdo era que yacia boca abajo en la cama, sin almohada, desarropado y sin sueño. . .
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