Sunday, October 21, 2012

Trafico de caracoles

En mi tierra madre se ve diariamente
como gringas se agachan de manera bochornosa
a recoger caracoles y corales
A veces se escapa alguna estrella de mar
Al mercado de las conchas

En mis playas nunca falta el niño
que con su inocencia busca los más grandes,
para llevárselo al oído y escuchar por siempre el mar
Y he de alagar,
la perseverancia con la que lo encuentran

En estas mismas costas también se encuentra
el artesano que busca con estos
hacer una puca o un enmarcado que podría venderle
A cualquier rico para adornar la sala de su apartamento con vista al mar
O al turista que practica el surf en esas aguas

Es en la rivera de mi país
donde diariamente miles de caracoles
son desalojados de su tierra e importados sin intereses
a los salones narcisistas de sus recogedores.
No son perlas, ni esmeraldas de mar.
Son caracoles.

Thursday, October 11, 2012

Poema Forzador.

la tarea no se forza y no se me ocurre nada
asi que comenzare a escribir todo
lo que se me ocurra sobre la almohada
talvez asi lo logre
y me salga un poema,
porque asi puedo liberar maniana
para hacer la otra tarea.

La otra tarea uff
esa si me ha dao' trabajo
no me ha dejao' repirar
por ta privando en bacano
dique haciendo cuento largo y con moraleja
si quiere que te de un consejo mijo
dejale la moraleja a las vieja


Friday, October 5, 2012

Galletitas

Esta fue la primera tarea de mi clase de escritura creativa, un pequenio cuento de 2 paginas, le agradecere de sobremanera que expresen sus opiniones en los comentarios:
Galletitas

Y se rompió. Si en cientos o miles de pedazos, no lo sé. Las galletas esparcidas por el suelo. Inmóviles. La cocina poseía un aura de suspenso.

Los electrodomésticos parecían sorprendidos y las paredes con sus colores pálidos, centinelas del crimen que acababa de ocurrir.

Rony yacía allí, sentado en el suelo, asustado. Sus ojos grises abiertos como platos, su cabello color carmín caía sobre su frente, un poco despeinado por el impacto. Las migajas alrededor de su boca adornaban como cruel evidencia su rostro. Lentamente se levanta, se sacude el pantalón, se revisa los codos. No hay heridas en sus brazos ni en sus rodillas.

Mira a sus alrededores, en búsqueda de una escoba para recoger el desorden y un escondite donde depositar a su víctima. Era el jarrón favorito de mamá, redondo, color gris con margaritas pintadas de azul y amarillo. Lo había hecho hace 15 años, en su último año del bachillerato. No quedaban más que pedazos, y pegarlo de nuevo no era una opción. Ella llegaría antes de que él pudiese terminar.

Entonces escuchó un sonido, como si alguien se hubiese reído entre dientes. Se volteó asustado, no había nadie en la puerta de la cocina, comenzó a caminar hacia la entrada principal, a ver si alguien más había entrado a la casa. Estaba vacía.

Con un respiro de relajación, comenzó a caminar hacia la cocina de nuevo. Pasando por el pasillo alcanzó a ver, con la periferia del ojo, algo que le dio un escalofrio; La estufa parecía estar sonriendo, pero al girar la cabeza y observar mas atentamente, no vio nada extraño en el aparato.

Oh como juraba Rony que se estaba volviendo loco. Entró al área de lavabo en busca de la escoba y el recogedor de la casa. volvió a la zona del crimen, le dio la espalda al horno, evitando que le de un ataque y justo cuando está terminando de recoger, subió la mirada y vio el extraño rostro del refrigerador mirándolo fijamente. Espantado, Rony se cayó hacia atrás, tumbando el recogedor y provocando otro desorden. En el suelo, sintió la respiración de algo en su cuello, y al voltear vio que la estufa lo estaba mirando fijamente.  Asustado, gateó para alejarse y la estufa lanzó una carcajada, su tono era oscuro; su rostro macabro.

Al unísono comenzaron también a reírse la licuadora, el microondas y la tostadora. Rony estaba estupefacto, no sabía qué hacer, que clase de mundo era este, se preguntaba si estaba soñando. De repente, como si algo lo hubiera despertado, todos los electrodomésticos volvieron a la normalidad en un instante. Rony dio un suspiro de alivio.
¡Boo! – Exclamo la licuadora de repente, haciendo ademanes de fantasmas y monstruos de un cuento de terror.

Rony dio un resalto y pegó un grito y todos los electrodomésticos se echaron a reír de nuevo.

– ¿Qué haremos con este bocadillo? – preguntó la estufa después de que las carcajadas disminuyeran y mientras se inclinaba hacia adelante para ver mejor a Rony, dijo - Haría un buen caldo.

– O podríamos hacer una batida con su cerebro – exclamó la licuadora.

– ¡Tostadas francesas! - expresó sobresaltada la tostadora – Quedarían deliciosas.
Y así comenzó una discusión para ver que iban a hacer con su nueva presa. Mientras, Rony yacía en estado de shock, tratando de entender lo que pasaba ante sus ojos. Parecía una escena de "La Bella y la Bestia", solo que aquí nada más los electrodomésticos cobraron vida, y ninguno tenía una apariencia encantadora, ni un tono amable o una personalidad amigable. Era todo lo contrario.

De repente, el estruendo de un trueno retumbó en la casa y logro salir Rony de su estado de shock. Corrió para salir de la cocina y  pudo ver como la nevera saltaba tratando de alcanzarlo sin éxito. Rony subió las escaleras de dos en dos, entra a su habitacióny cerró puertas y ventanas con pestillo. Temblando, se sentó sobre su cama, cerró sus ojos y se dejó caer hacia atrás.

Al otro día despertó, con el recuerdo vivido de la noche anterior. Sin siquiera cepillarse los dientes bajó las escaleras. Se dirige a la cocina con un poco de miedo y curiosidad. Todo estaba normal y al asomarse encima de la nevera, ve nada más y nada menos que el jarrón favorito de su madre. Se acercó a observarlo mejor y notó que el jarrón, estaba reparado, como un divertido rompecabezas, de una manera muy profesional. El corazón de Rony comenzó a palpitar a gran velocidad y al girar la cabeza notó en la puerta de la nevera, una nota: “Espero que te hayan gustado mis galletas”. En la esquina derecha del papel había un pequeño dibujo: Una pequeña estufa.

Asomándose a la sala de estar, se dio cuenta que su madre estaba en la casa y tenia visitas. Estaban comiendo de las galletas.

C'est fini.